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Sugerencias de viajes

El ‘boom’ de los hoteles burbuja

Cuando creías que ya lo sabías todo sobre ‘glamping’, aquí estamos nosotros para traerte nuevas propuestas –en Castellón, Ávila, Málaga y Pontevedra– que, seguro, aún tienes que descubrir.

Hotel burbuja Gredos Estelar Ávila

Si a la observación de las estrellas, al esplendor de la naturaleza, a la desconexión, a la belleza, al romanticismo, al relax, a la fuerza que otorga no tener nada superficial cerca… Si a todas esas cosas le sumamos los ya imprescindibles valores de sostenibilidad, la escapada se convierte en PERFECTA.

Y es que en el proceso de creación de estos hoteles burbuja, no se edifica ni altera el ecosistema. ¡Y con todas las comodidades eco! Porqué, evitando la contaminación, el cosmos se percibe más nítido y, de repente, el entorno mágico vuelve a recordarnos qué es, en realidad, lo importante: los momentos de calidad, sin agobios, sin prisas, masificaciones, sin necesidad de visitar millones de lugares a millones de kilómetros y tener una agenda de viaje más estresante que la laboral.

En cualquiera de estos cuatro hoteles (ubicados en Castellón, Ávila, Málaga y Pontevedra), contemplar, en silencio, los pájaros volar no es una pérdida de tiempo, sino un motivo más para conectar con nosotros mismos. Slow Travel se llama ahora.

Hotel burbuja Noches de Calig en Castellón

NOCHES DE CALIG, EN CASTELLÓN 

Como indica su nombre está situado en Calig, un pequeño pueblo en la provincia de Castellón y abrió justo el año pasado, así que es el más nuevo de todos. “Fue un proyecto creado en familia saliendo del ruido y el asfalto de Barcelona y elegimos la Comunidad Valenciana porque todo fueron facilidades”, comenta Pedro Lafuente, su propietario.

Además, al encontrarse entre Valencia, Barcelona y Zaragoza, la zona es ideal. También está muy cerca de la playa y en medio del campo, sin contaminación lumínica, para gozar de unas vistas privilegiadas de las estrellas y el firmamento. Una vez allí, se pueden hacer diferentes actividades como rutas a pie por olivos milenarios, paseos en bici, hípica o acudir a uno de los mejores campos de golf, el de Peñíscola.

“Somos los únicos que ofrecemos cena, minibar y desayuno incluido en el precio y servidos en las doce habitaciones”, presume Pedro (damos fe que son productos de proximidad que favorecen el comercio local, y que las amenities son ecológicas y sin plásticos). En fin, que no tiene nada que envidiar a un hotel boutique. En las burbujas hay albornoz, toallas, zapatillas, antifaz. Lógicamente, están climatizadas todo el año, y se benefician de una parcela privada de más de 250 metros cuadrados en la que hay un chill out para deleitarse del aire libre.

Hotel burbuja Gredos Estelar en Ávila

GREDOS ESTELAR, EN ÁVILA 

Estamos situados en Navatalgordo, un pequeño pueblo en la provincia de Ávila, un lugar característico por su relieve montañoso marcado por el paso del río Alberche en su curso alto y por ser un territorio con pocas fuentes de luz artificial.

Gredos Estelar abrió sus puertas en septiembre de 2020. “Mi objetivo fue volver a vivir al pueblo”, explica Laura, la que maquinó la idea a la que, en broma, titula como locura. Ella dejó su trabajo como responsable de diseño y desarrollo en una multinacional, para emprender este proyecto en su tierra natal. “Por mí, para vivir de la manera que me hace feliz. Y por vosotros, para ofrecer un turismo distinto y de gran calidad, como el que se merece nuestra tierra”, describe junto a Pablo, su amigo y socio que, en su tiempo libre, es Monitor Astronómico Starlight.

Hotel burbuja Gredos estelar en Ávila

Dicho esto, no están donde están por una estrategia de marketing, sino porque aquí se hallan sus raíces. Y se nota. Pues la estancia en Gredos Estelar lleva directamente al mundo rural, a la cercanía entre personas, a los productos km 0.

¿Compañerismo? Más allá de las rutas de senderismo, las actividades adicionales las dejan a sus vecinos: Bodega 10 Delirios, en Navatalgordo, bodega Rico Nuevo, en Burgohondo, cerveza Raíz Cuadrada, en Barraco, rutas a caballo, en el Valle de Iruelas, rutas en kayak, en Barraco, y el spa Aguas de Gredos, en Hoyos del Espino.

Hotel burbuja Nomadic Camp Mlaga

NOMADING CAMP, EN MÁLAGA 

Si Ronda ya es, de por sí, un destino interesante, la incorporación de Nomading a la fórmula solo hace que roce la excelencia. “Estamos escondidos en medio de un olivar y rodeados de árboles centenarios, es un escenario perfecto”, narran desde la firma.

Las cápsulas de Nomading Camp, que igualmente tiene presencia en Alicante, Navarra y Andorra, cuentan con un colchón de alta gama y un sistema de climatización que genera calor en invierno y refresca el ambiente en verano.

Hotel burbuja Nomading Camp Mlaga

“Como sumatorio, evitamos el uso de plásticos de un solo uso y nos adherimos a la filosofía pet friendly para que las mascotas disfruten de esta experiencia”, continúan. Aquí, cada burbuja de 20 metros cuadrados se encuentra dentro de un perímetro delimitado con vallas de ocultación para asegurar la intimidad y posee un jardín privado con una mesita para cenas al aire libre.

Ojo, asimismo, disponen de bañera y telescopio Celestron de última generación para observar la luna y los planetas del sistema solar.

Hotel burbuja Remanso de Trasfontao Pontevedra

REMANSO DE TRASFONTAO, EN PONTEVEDRA 

“Nuestra situación geográfica permite visitar emplazamientos emblemáticos como A Fervenza do Toxa, las cascadas más altas de Galicia, un paisaje que no deja indiferente a nadie”, se presentan los responsables de Remanso de Trasfontao. Se trata de una casa de campo y dos cabañas. Pero si lees hoy sobre ellos es por su magnífico exterior, que cuenta con jardín, mini porterías para jugar al fútbol, barbacoa, piscina y un largo etcétera. Es justo en este marco incomparable que se encuentra la suite burbuja.

“Atesora una cama con dosel y cortinas, nevera, un telescopio, y hasta una parte transparente en el techo del baño para poder darse una ducha mirando el cielo”, describen con todo lujo de concreción. Por si fuera poco, nosotros añadimos que cuenta con una terraza delantera desde la que admirar la puesta de sol o incluso degustar el desayuno especial y casero que dejan en la puerta, dentro de una coqueta cesta de mimbre.

Para nota: los detalles de bienvenida en el momento del check-in, como vino, agua, infusiones, café y bombones.

Texto y fotos by Revista Traveler