
TURISMO NO MASIFICADO Y TEMPERATURAS SUAVES
¿Por qué ir a Países Bálticos?
En primer lugar, es un destino que no está masificado, y es fácil encontrar rincones escondidos y naturaleza exuberante, donde poder desconectar.
Además es un destino cuyos veranos tienen temperaturas muy suaves.
En tercer lugar, su gastronomía enriquece el viaje, pudiendo comer muy bien en cualquier parada en carretera.
Por último, es un destino con vuelos directos, que nos permite conocer varios países recorriendo no demasiados kilómetros, y apreciar las diferencias culturales y religiosas a medida que uno avanza norte-sur.
HELSINKI
Recomendamos un viaje de 7 noches, empezando por la capital de Finlandia. Helsinki fue fundada en 1550, como una “rival” de la Hanseática ciudad de Reval (hoy Tallin, capital de Estonia), por el rey Gustavo I de Suecia.
El centro histórico combina enclaves civiles de interés, como el Palacio del Consejo de Estado, la Universidad de Helsinki o la Plaza del Mercado (lugar de encuentro para comer platos tradicionales como el salmón o la carne de reno), con edificios religiosos. La catedral luterana de Helsinki y la Catedral ortodoxa de Uspenski, son dos paradas obligatorias.
TALLÍN
Llegando en ferry desde Helsinki, nos desplazamos a “la perla olvidada del Báltico”, donde la tradición y la modernidad se encuentran. El centro de la ciudad, Patrimonio Cultural de la UNESCO, es la ciudad medieval mejor preservada del norte de Europa. La colina de Toompea es donde se encuentra una mayor concentración de monumentos históricos: las catedrales Alexander Nevsky (ortodoxa) y la luterana de Toomkirik o el parlamento de Estonia, ubicado en el castillo del mismo nombre.
PARQUE NACIONAL DE GAUJA
¡Empieza nuestro road trip!
Desde Tallin se puede realizar una excursión al Parque Nacional de Gauja, uno de los más bellos parajes de Europa del norte. La tribu fino-ugria de los Livones llegó al valle en el siglo XI, comenzando la construcción de numerosos castillos y fortificaciones de madera, como la de Turaida, pueblecito ubicado a orillas del río Gauja. Al otro extremos del río, en el centro del valle, se encuentra la preciosa ciudad de Sigulda.
RIGA
Capital de Letonia, conocida como “el París del norte”, es la más importante de las 3 capitales Bálticas. Fundada en 1201, se convirtió en importante centro comercial en el siglo XIII, como ciudad perteneciente a la Hansa alemana. En su casco antiguo, se refleja la belleza de los distintos estilos arquitectónicos: gótico, renacentista, barroco, neoclásico y art nouveau. Destacamos el Mercado Central de Riga, uno de los mayores de Europa, imponente construcción de 5 naves de estilo art nouveau.
BAJO EL INFLUJO RUSO
El Palacio de Rundale fue construido en 1740 por Bartolomeo Rastrelli, principal arquitecto de San Petersburgo, por encargo del Duque de Curlandia, Ernest Johann Von Biron. El Duque era el amante favorito de la zarina Anna Ioannovna y por ello gozaba de gran influencia en todos los asuntos de estado de Rusia. Quiso construir una residencia de verano acorde con su creciente poder, de estilo rococó.
¿Y si te decimos que no es la única residencia de verano de los zares en territorios bálticos?
vilna
Capital de Lituania, es famosa por su arquitectura barroca y por ser una de las capitales más verdes de Europa. Entre sus principales atractivos está la catedral de San Estanislao y San Ladislao, la Torre de Gediminas (símbolo de la ciudad), la plaza del antiguo ayuntamiento, el arte callejero y el barrio bohemio de Uzupis. Para los más gourmets el Mercado de Hales será un paraíso, y para los más “culturetas” el centro cultural en la antigua cárcel de Lukiskès, será una agradable sorpresa.
Pero no solo eso, al recorrer sus calles, se aprecia de inmediato el carácter “sureño” de sus gentes, mucho más cálidos que estonios y letones.
curiosidades: colina de las cruces
Uno de los sitios más emblemáticos de Lituania, símbolo de resistencia, fe y esperanza. Este es un lugar único, cubierto por 500.000 cruces de diferentes tamaños, materiales y estilos, dejados por peregrinos y visitantes de todo el mundo.
gastronomía genuina
- 1 remolacha cocida grande
- 200 ml de kéfir o yogur natural líquido
- ½ pepino pequeño, pelado y picado
- 1 huevo duro
- 1 cucharada de eneldo fresco picado
- Sal al gusto
- Pimienta blanca
- Unas gotas de limón o vinagre suave
Con estos ingredientes se realiza el plato tradicional lituano conocido como “Saltibarsciai”, una sopa rosada llena de matices.
ALOJAMIENTO
El buen alojamiento no es un problema en Países Bálticos, grandes cadenas hoteleras han apostado por aunar tradición y modernidad en este destino.
Pero, ¿y si te contamos que alojarse en una cabaña en el bosque junto a un pantano es una posibilidad en Estonia?
Imágenes de `Pinterest y Traveler; texto de Viajes Eco